Entradas

Mostrando las entradas de 2019

¿te acuerdas?

-¿Te acuerdas?- me preguntaste mientras íbamos en la micro camino al metro, después de juntarnos a tomar con nuestras amigas, y después de decirme que no me acercara mucho a ti porque olía a alcohol y no te gustaba ese olor. -Obvio que me acuerdo, de hecho me acuerdo de caminamos por esta calle- que era Irarrázabal -y cuando nos topamos con la marcha en la Alameda- y sonreí. Esos recuerdos me ponían particularmente feliz. -Ay, ya, no veíh que me da vergüenza- dijiste mientras miraste hacía otro lado. Ya me habías dicho que esas conversaciones te daban vergüenza, pero es imposible no sonreír ante esos momentos, que al ser improvisados, eran aún más inolvidables. Y cambiamos el tema, como solemos hacerlo cuando nos invade la timidez.

¿Me prestas la chaleca? ¿Y la blusa?

Siempre fui grande y nunca pude con mis amigas realizar el ritual de prestarse ropa porque yo siempre era la más grande de todas, y no sólo de porte, sino que era más pesada también. Tampoco tenía hermanas, por lo que heredar la ropa la ropa de mi tía que es al menos unos 20 años mayor que yo era el mayor consuelo que tenía a los 15 años.  Pero un día sí pude prestarle mi ropa a alguien.  -¿Me prestas la chaleca? Es que me dio frío.  En ningún momento me iba a negar, así que no necesitabas ninguna excusa ni justificación ante tal requerimiento. Te la pase altiro, sin dudarlo, y me dio risa verte en ella, porque a mi me quedaba ajustada, mientras que a ti te quedaba más grande y larga, considerando nuestra diferencia de porte y anchura; podría hasta decir que te veías usando un chaleco de tu mamá, pero te veías bonita: además estabas usando algo mío, y algo dentro, al centro de mi pecho empezó a cobrar calor.  Eso fue algo que nunca hice, o pude hacer, o...

Ganas de agua

Cuando veo agua me emociono, ya sea un río, un lago, la playa o una piscina muy grande. Cuando eramos chicos mi papá nos instaba a permanecer todo el tiempo que quisiéramos en el agua, y cuando íbamos a la playa mi mamá sin temor se metía más allá de los límites que la marina marcaba en la playa, lo que mi hermano heredó. Yo, al contrario, en cuánto al mar le guardo respeto, al igual que a mi papá, así que me quedo cerca. A veces vamos por un día a la playa, cuando eramos más pobres íbamos por máximo 3 días, y un tiempo pudimos darnos el gusto de ir por 9 días a las playas del sur de Chile. Tengo la teoría de que el agua une a mi familia, de que nos sentimos libres allí, sin prejuicios sobre el cuerpo físico y sin las preocupaciones que nos trae la vida en la ciudad.  Ahora vi un documental donde el hilo conductor era el agua, y sonaba la lluvia, los ríos, el mar, los remos, había un caballero antropólogo al que no le compré mucho su volá de que había compartido con los indígena...

Sin juzgar

Mi amiga estaba nerviosa. Con la señora B estábamos tomando el trago gigante que habíamos pedido, ese trago cubano tan rico con una cerveza corona, de verdad... gigante. No sé si íbamos en el primero o segundo, pero mientras tomábamos, mi amiga se había decidido a hablar. -Me van a juzgar- nos dijo. Con la señora B nos miramos en ese lugar rojizo con la música cebolla adock para cantar karaoke. -¡Pero dinos!- dijimos al unísono. -No nos digas que estái embarazada- dijo una -O que te vái a casar- dijo la otra. -No- y soltó su risa nerviosa. -Es que estoy saliendo con alguien mayor, pero onda muy mayor, ni siquiera es guapo o algo, pero me gusta y lo pasamos bien. Con mi amiga nos miramos, nos reímos y la sujeta que estaba nerviosa no entendía nada. -¿Eso era todo? ¡Me asustaste weona! ¡No pasa nah! ¿Lo pasái bien?- A lo que la otra asintió- ¡Listo! Es todo lo que importa. Las tres nos miramos en ese momento y nos sonreímos. Aunque faltaba una en aquella mesa, aunque eramos de l...

aprendiending

Nunca había estado tan segura que querer no se da de un día a otro, si no que se aprende. Perdón por cagarla, tengo miedo que te canses de mí, de mis inseguridades y vueltas que da mi cerebro; porque no siempre te quiero de la forma correcta, pero aún así y todo me quieres. Yo también lo hago y espero hacerlo mejor cada día.

alta y baja

Soy alta y me gusta dar abrazos y me gusta también que me abracen (que me abraces también). Es extraño que una en un abrazo se sienta protegida aún cuando la diferencia de estatura sea significativa, pero eso no quita que en un abrazo yo quiera sentir y escuchar el latido de tu corazón mientras compartimos el enredo de brazos; me da vergüenza pedirlo y muchas veces he pensado en pedírtelo mientras estamos en una escalera, pero aún no me atrevo. Me gustan los abrazos, pero también quiero un abrazo de ese tipo.
Quiero un beso rico, quiero un beso bien dao y después uno tierno para que me vuelvas a besar más rico después
insecurites are the worst expectations too but other's people's expectations suck even more
tengo miedo de admitir que era más feliz antes que ahora que era mejor vivir llena de ilusiones y mentiras ideadas por mi cabeza pero es mentira, porque la realidad es ahora, y vivir algo real es cien veces mejor que vivir en sueños
linda, inteligente, popular.... no sé si no soy todas esas cosas solo que a veces me pregunto ¿en realidad te gusto? es difícil creerlo algunos días, en otros se me hace más fácil y hasta me digo por qué no, pero no te lo digo, sé que en una parte de mí sé la respuesta, porque no tendría por qué dudarlo, ya que confío en ti.