¿te acuerdas?
-¿Te acuerdas?- me preguntaste mientras íbamos en la micro camino al metro, después de juntarnos a tomar con nuestras amigas, y después de decirme que no me acercara mucho a ti porque olía a alcohol y no te gustaba ese olor.
-Obvio que me acuerdo, de hecho me acuerdo de caminamos por esta calle- que era Irarrázabal -y cuando nos topamos con la marcha en la Alameda- y sonreí. Esos recuerdos me ponían particularmente feliz.
-Ay, ya, no veíh que me da vergüenza- dijiste mientras miraste hacía otro lado.
Ya me habías dicho que esas conversaciones te daban vergüenza, pero es imposible no sonreír ante esos momentos, que al ser improvisados, eran aún más inolvidables.
Y cambiamos el tema, como solemos hacerlo cuando nos invade la timidez.
-Obvio que me acuerdo, de hecho me acuerdo de caminamos por esta calle- que era Irarrázabal -y cuando nos topamos con la marcha en la Alameda- y sonreí. Esos recuerdos me ponían particularmente feliz.
-Ay, ya, no veíh que me da vergüenza- dijiste mientras miraste hacía otro lado.
Ya me habías dicho que esas conversaciones te daban vergüenza, pero es imposible no sonreír ante esos momentos, que al ser improvisados, eran aún más inolvidables.
Y cambiamos el tema, como solemos hacerlo cuando nos invade la timidez.
Comentarios
Publicar un comentario