historias de amor
Estaba aburrida y es que esa noche de casi final del verano no sabĂa muy bien que hacer. En realidad sentĂa un fuego en su pecho que se extendĂa hasta casi su espalda y hasta dirĂa su garganta y es que querĂa empaparse de historias de amor, de finales felices, de abrazos, caricias y besos, pero no querĂa algo ajeno, querĂa algo de ella. QuerĂa dejar de leer historias de amor y empezar a escribir la suya propia.
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