Pero no

Toda la gente estaba gritando para que lo hiciera y una parte de mí quería hacerlo. Me corrí inconscientemente porque quería hacerlo pero no, y no quería hacerlo porque no eras tú, y quería hacerlo porque podía imaginar que eras tú. Me reí mucho de mi error porque se notó mi dispoción y eso fue culpa de mi mente que me traicionó al pensarte ahí, frente a mí, con esa polera blanca y pantalones oscuros con esos zapatos que me gustan, con ese pelo café que me gusta, esos ojos cafés que me gusta y ese tú que me gusta. No era tan díficil imaginarte ahí, menos con un poco de alchohol en el cuerpo, no tanto, pero el suficiente para deslizar la realidad por ese balcón. Te miré pero no te miré y lo hice: fue fugaz, rápido, chistoso y sin sentimientos. Después me reí mucho y me seguí riendo, porque en esas situaciones así solo se puede reír cuando no estás ahí. Alrededor mío también se rieron y gritaron como yo, era todo muy chistoso al final. Para mí también, pero también no, también no.