𝕨𝕙𝕒𝕥 𝕀 𝕨𝕒𝕟𝕥, 𝕨𝕙𝕒𝕥 𝕀 𝕕𝕖𝕤𝕚𝕣𝕖

Estoy en una constante relación de reemplazos contigo. ¿Cómo no? Si no te veo todo los días tengo que hacer que estás ahí de una forma. Me subo al metro en las mañanas y estás ahí, me siento en la u y estás ahí, me devuelvo a mi casa y estás ahí, me acuesto y estás ahí, conmigo. De verdad mi mente se volvió loca, solo basta con que cierre los ojos y abrilos de nuevo con el propósito de verte ahí, y ahi estás conmigo, de nuevo. Y a veces, simplemente estoy con alguien, quien quiera que sea y me imagino que eres tú. Imagino que me encuentro contigo, que tomamos desayuno, que cocinamos o que simplemente vemos teve. Te imagino, te pienso y te reemplazo, mi mejor relación de reemplazo es contigo.

Toda la gente estaba gritando para que lo hiciera y una parte de mí quería hacerlo. Me corrí inconscientemente porque quería hacerlo pero no, y no quería hacerlo porque no eras tú, y quería hacerlo porque podía imaginar que eras tú. Me reí mucho de mi error porque se notó mi dispoción y eso fue culpa de mi mente que me traicionó al pensarte ahí, frente a mí, con esa polera blanca y pantalones oscuros con esos zapatos que me gustan, con ese pelo café que me gusta, esos ojos cafés que me gusta y ese tú que me gusta. No era tan díficil imaginarte ahí, menos con un poco de alchohol en el cuerpo, no tanto, pero el suficiente para deslizar la realidad por ese balcón. Te miré pero no te miré y lo hice: fue fugaz, rápido, chistoso y sin sentimientos. Después me reí mucho y me seguí riendo, porque en esas situaciones así solo se puede reír cuando no estás ahí. Alrededor mío también se rieron y gritaron como yo, era todo muy chistoso al final. Para mí también, pero también no, también no.

Por qué la gente es tan linda cuando creo que no la merezco Tengo a pura gente linda ami alrededor y me hacen feliz, muy feliz, MUY MUY feliz

Cerré los ojos y me hundí en la canción que era mi favorita. Quería saltar y bailar en ese mar morado, pero me quedé parada en medio dr todos los que hacían lo que yo quería hacer. Era mejor así. Apreté mis ojos con más fuerza. Come with me. Airplane.  Los volví a cerrar con normalidad. Love. 

¿Por qué me odio tanto? me pregunto mientras recuerdo esos momentos en los que en verdad me odiaba mucho, demasiado, cuando casi me destruí, cuando casi no supe que era ni qué valía, cuando no supe nada. Ahora, un par de años después me odio por razones, por las mismas pero por distintas. Tengo miedo y ese miedo me hace odiarme porque cuando uno tiene miedo debería hacer lo que le hace tener miedo igual, sobrepasar ese obstáculo y ser valiente, pero en estos momentos no me siento así, para nada. Solo quiero ser feliz me repito, pero qué estoy haciendo para lograr eso me pregunto, y no sé que responder, y entra el miedo, y me pongo a llorar. Ah, llorar, una solución tan básica, pero aunque mil litros caigan de mis ojos esa angustia en mi pecho no se va, y lo que más quiero es que se vaya. Tengo miedo, y odio, y amargura. Lo peor es que voy a salir de esta cuestión y aún no sé hablar bien, estoy llena de miedos e inseguridades en otro idioma cuando recién había superado las del otro. Cuá...