del suelo al cielo
Siempre caminaba con la vista en el suelo, siempre ocultando mi cara, teniendo vergĂĽenza de mĂ al ocupar un espacio en la calle, casi pidiendo disculpas al más estilo japonĂ©s por vivir en este mundo, por no cumplir con las expectativas que el mundo tenĂa de una adolescente como ella, pero esto empezĂł a cambiar cuando su psicĂłloga le recalcĂł este (mal) hábito que tenĂa. Fue difĂcil, y ahora de vez en cuando se encuentra a ella misma haciĂ©ndolo de vez en cuando, por lo que se recuerda levantar la cara, la vista, sin necesidad de ver a nadie si eso es lo que necesita para caminar con la frente en alto. AsĂ fue que un dĂa, mirando de frente logrĂł ver lo lindo que se veĂa el cielo al horizonte, por lo que mirĂł más arriba y vio como las nubes se veĂan esponjosas y blancas en contraste con el celeste de fondo; y cuando volvĂa de su rutina a su casa, pudo darse cuenta de los colores que llenaban el cielo antes del anochecer. SacĂł su celular y decidiĂł fotografiarlo, cada vez que pudiera, cada vez que el cielo la dejara sin aliento y le recordara que esos colores estarĂan ahĂ acompañándola en sus buenos y malos dĂas. Ahora tiene su celular llena de estas fotos, de hecho, el otro dĂa hasta la puso de fondo de pantalla, todo por dejar de mirar al suelo y empezar a mirar al cielo.
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