Rojo y Morado
Ese d铆a estaba un poco atrasada. Se hab铆a despertado diez minutos m谩s tarde de lo habitual y mientras se vest铆a le daba las gracias a su yo del pasado por dejar todo ordenado para el pr贸ximo d铆a, por lo que solo se preocup贸 de armar su m谩scara para dejar su casa y enfrentarse al d铆a a d铆a. En eso, despu茅s de aplicarse la base, rellenarse las cejas, encrespar y echar m谩scara a sus pesta帽as, vio su labial morado y su coraz贸n pes贸 con m谩s fuerza mientras una felicidad y nerviosismo le recorr铆a el cuerpo llegando a su est贸mago que dio una vuelta chistosa dentro de ella. Peg贸 una sonrisa y llev贸 sus dedos a sus labios al recordar que ese labial color morado se hab铆a mezclado con otro de color rojo en un (o unos) primer beso tierno y corto. Lo dej贸 en su baldecito chico donde guardaba los dem谩s labiales; no cre铆a poder ocuparlo sin recordar lo que hab铆a pasado el d铆a anterior por lo que se pint贸 con rosado. El morado lo dejar铆a para otra ocasi贸n, quiz谩s para otro d铆a en el que pudiera mezclarse con otros colores y otros labios.
Comentarios
Publicar un comentario