lo que el viento se lleva
Me acuesto hacía la derecha porque esa es siempre la posición de comodidad para subir los ánimos, para cuando hablas de lo buena que soy, de lo que hago mal pero que podría mejorar, para decirme que no sea tonta, que no piense así, y para que mi mente se pierda por algunos momentos solo en el sonido de tu voz mientras me acaricias la cintura, mueves tu mano de arriba hacia abajo, todo esto a la vez que pienso que parte de sentirme así es tu culpa, pero también mía por haber caído por alguien como tú. Quiero quedarme así por siempre, en ese pequeño espacio, en el suelo cuidando de que mi corazón no suene tan fuerte, pero esperando que algún día lo haga sin ningún temor. Abro los ojos y tu figura se esfuma con el viento que entra en mi pieza, mientras la música del momento suena y me encuentro echada sobre cojines y peluches que simulan tu ser.
Fuera de estas cuatro paredes el verano anuncia su llegada.
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