oscuro

EncontrĂ© un poco de luz y la seguĂ­. ¿Muy tonta, muy necesitada? SeguĂ­, un poco a ciegas, un poco sabiendo a lo que iba, mientras en mi mente escuchaba la voz amiga que me decĂ­a que sĂ­ y la mĂ­a que me decĂ­a que esto era tonto, que me hacĂ­a daño sola. SeguĂ­ y me sorprendĂ­ al ver que continuabas caminando a mi lado, aunque siempre dos pasos adelante de mĂ­, como si no te gustara verme a mĂ­, como si tuvieras esa necesidad de guiarme pero dejándome atrás. ¿QuĂ© es lo que quieres? No te entiendo te digo y solo me miras con esos ojos despiertos hace más de 12 horas, quĂ© es lo que no entiendo y me rĂ­o un poco más fuerte porque esto digo mirando hacĂ­a abajo merece una explicaciĂłn para saber si lo que pienso es real o no. En tu cara se forma una expresiĂłn de sorpresa y dolor, necesito escucharlo de tu boca y me dices que no, que no sea ingenua y que aprenda a leer las señales y siento como todo cae, toda la ciudad se va a piso, todo se vuelve negro y solo queda una pequeña una luz roja de esperanza.
-Ya lo sabía- murmuré con lo que me quedaba de fuerzas para luego caer.

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