holanosécómoponerleaestoperJEANMARCOFEELSALATAQUE
Y cuando lo vio su corazón pegó un salto y no pudo quitarle los ojos de encima. Le gustaba, Sí, a él, a Jean Kirchtein le gustaba su mejor amigo Marco Bodt y no tenía idea de cómo había pasado. Había estado nervioso durante todo el trayecto hasta el lugar acordao para juntarse, imaginando mil y 3 escenarios posibles, sin que ninguno tuviera ninguna posibilidad de llegar a puerto, porque ni él mismo quería que así fuera... o más bien no esperaba que fuera así. Había buscado hasta en Google los sintomas de esto, porque en serio que hace millones de años que no se sentía de esta manera, y cuando había tachado unos cuantos tuvo que abrir los ojos y decirle a sí mismo, dejando atrás todo orgullo que le quedara, que sí, que le gustaba su amigo, y mucho. Ahora tenía miedo, miedo porqué no sabía como avanzar desde ese descubrimiento, como tampoco sabía como avanzar ahora que lo tenía frente a él, caminando los dos hacia un punto medio imaginario.
Cada día se veía más guapo, atractivo, y hasta tierno-¿en serio, estas eran palabras que un hombre podía pensar de otro hombre?. Aún no sabía que hacer, pero el encuentro parecia inevitable así que lo abrazó, lo abrazó tan fuerte que creyó que su aroma había quedado en él.
"¿Cómo dejar de sentir eso?" había sido la otra búsqueda que había realizado en Google y que no tenía cabida en su mente ahora. No quería dejar de sentir esto, se sentía vivo. Quería decirle que lo echaba de menos, que no se separaran nunca, que no lo dejara, pero no pudo. Solo se separó de Marco y lo saludó lo más neutral posible, aunque sabía que en su cara estaba escrito un "Estoy muy, tan feliz de verte" que no podría pasar desapercibido ni por sus propias neuronas.
Cada día se veía más guapo, atractivo, y hasta tierno
"¿Cómo dejar de sentir eso?" había sido la otra búsqueda que había realizado en Google y que no tenía cabida en su mente ahora. No quería dejar de sentir esto, se sentía vivo. Quería decirle que lo echaba de menos, que no se separaran nunca, que no lo dejara, pero no pudo. Solo se separó de Marco y lo saludó lo más neutral posible, aunque sabía que en su cara estaba escrito un "Estoy muy, tan feliz de verte" que no podría pasar desapercibido ni por sus propias neuronas.
Comentarios
Publicar un comentario