Sin corazón

Pensé que ya no me quedaba corazón, pero estaba equivocada. Cada vez que levanto el celular de la mesa o lo saco debajo de la almohada y veo un mensaje tuyo, sonrío.

Que ganas de tenerte más cerca para abrazarte y quererte un poco más.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

10 minutos