Hablando ¿sola?
Caminar sola por la ciudad era uno de sus panoramas favoritos; generalmente ment铆a cuando dec铆a que se iba en taxi o en un bus a casa cuando eran pasada de las 10 de la noche solo para poder caminar al ritmo de la m煤sica que llevaba en su celular. De vez en cuando, cuando ten铆a tiempo libre y ve铆a una iglesia, entraba. En Santiago las iglesias son bonitas y tienen esa caracter铆stica t铆pica de una ciudad de m谩s de 6 millones de habitantes: anonimato. Una vez adentro de estas construcciones con al menos 100 a帽os de antig眉edad llevaba a cabo el ritual que su madre le ense帽贸 desde peque帽a el cual consist铆a en ir a la fuente al lado de la puerta principal, acercar su mano derecha, mojar sus dedos 铆ndice y medio para finalmente persignarse al medio de la iglesia al frente de Jes煤s crucificado. Luego trataba de sentarse no tan al principio ni tan al final, lo cual no era al azar, si no que era un movimiento planeado para no salir en las fotograf铆as de los turistas que las visitaban, quienes...